Robinia pseudoacacia L.
El género Robinia pertenece a la familia de las Fabaceae (Leguminoseae) y comprende unas diez especies de árboles y arbustos de hoja caduca, nativos de Norteamérica y norte de México.
Robinia pseudoacacia L., debe su nombre al botánico francés Jean Robin que la introdujo en Francia desde las colonias de América, y la denominación pseudoacacia se refiere al parecido con la Acacia, aunque pertenezca a otra familia botánica.
Conocida como Robinia, falsa acacia, robinia negra, acacia de flor blanca, acacia bastarda, es originaria de los montes Apalaches (EE.UU) y se ha naturalizado en gran parte del territorio estadounidense, sur de Canadá y en Europa.
Es un árbol caducifolio de tronco corto y copa ancha que puede alcanzar 15 m de altura, con ramas espinosas.
Hojas alternas, imparipinnadas, de color verde intenso por el haz y algo grisáceas por el envés.
Flores dispuestas en racimos colgantes, muy olorosas y nectarias, de corola glabra blanca con una tonalidad amarillo-verdosa sobre el nervio del estandarte. Cáliz ligeramente bilabiado y andreceo con cinco estambres. Florece en primavera.
Fruto en vainas aplanadas de color castaño oscuro.
Es de crecimiento rápido y se multiplica por semillas, esquejes y retoños.
Se planta al sol o semisombra, en suelos bien drenados pero que no sean calcáreos.
Existen diversas variedades que se cultivan como planta ornamental, la mayoría de ellas efectuadas de injertos y que no tienen espinas, que se utilizan en alineaciones en jardines y como árboles en avenidas y paseos. La variedad “Casque rouge” es una de las más usuales, de flores en color rosa, en jardinería.
Su madera es muy resistente, se utiliza en ebanistería
para hacer muebles y parquet y para la confección de carros y juguetes.
En la época de floración, atrae a las abejas
con su perfume y éstas producen una miel excelente, conocida como la miel de
acacia.
Las flores son utilizadas en repostería en
Italia, pero sólo las flores son comestibles ya que la Robinia contiene una
lectina que las hace muy tóxicas, especialmente en sus semillas.
Empiezo el día recreándome con estos racimos
ResponderEliminarde hermosas flores blancas, no me extraña que
las abejas investigadoras natas,y buenas
gourmets, se apresuren en la época de
floración y disfruten libando
y degustando las diferentes variedades...
Molt bon día Montse.
Si que es preciosa, me encanta este árbol y el aroma es ideal. Un abrazo.
ResponderEliminarA las abejas seguro que les gusta y su olor también me gusta a mí, pero con los pinchos que tiene, miedo nos da cada vez que queremos podarla.
ResponderEliminarUn beso, Maria Dolors, mi amiga tempranera ;)
Teresa, en casa más que un árbol es un arbusto y lo bueno es el perfume de sus flores.
ResponderEliminarMuchos besos.
Maravillosa Montse!!
ResponderEliminarMe encantó esta entrada, y es muy interesante. La acacias son árbles hermosos y esta aunque no lo sea siempre me enanoró, tiene unas flores tan bonitas.. y encima ese aroma... ummmm
Es precioso ese ejemplar! bueno y las hojas son encantadoras la verdad, tanto su forma como el color. Un arbol precioso en definitiva! las explicaciones geniales!!
un beso grande!
Que estupenda entrad Montse, completísima y las fotos, ¡que envidia dme dáis unas cuantas!la última del racimo es superbonita.
ResponderEliminarAquí en mi barrio hay varias, lo malo es que van levantando las baldosas, pero no es su culpa sino de los que planean el arbolado urbano. El aroma mmmm, me encanta y más de una me he echado a la boca.
Tú si que eres como una abeja revoloteadora.
Besicos
UNa planta más que conozco gracias a tí.
ResponderEliminarUn abrazo
ahora no sé si las de mi vereda son falsas o verdaderas!
ResponderEliminary no sabía de sus flores comestibles, que si no, ya sabés...
besitos*
Margó, las acacias son unos árboles preciosos, y esta falsa acacia no se queda atrás con sus largas ramas y sus flores blancas. Me alegro que te guste!
ResponderEliminarMuchos besos, guapa.
Vaya, vaya, Rosa, así que te comes las flores ¡qué atrevida eres! yo en esto de comer según qué me ando con mucho cuidado.
ResponderEliminarEspero que los empleados del arbolado público no lean esto, jaja.
Un beso enorme :)
Pues yo me alegro muchísimo, Antonio, y a mí me pasa igual cuando veo alguna de las que no conozco en los blogs de los compañeros.
ResponderEliminarUn abrazo!
¡Ay, Rayuela, no lo sé! Esta Robinia es la falsa, pero Acacias hay unas 1.300 especies en el mundo, así que fíjate ¡cualquiera sabe!
ResponderEliminarTe aconsejo que no intentes comer flores sin consultar antes si pueden ser tóxicas ¡que te conozco! jeje.
Mil besos, preciosa.
Hola Montse! después de varios días de ausencia me incorporo y me encuentro este árbol que me encanta por sus racimos de flores y sobre todo por su aroma. Preciosas las fotos... Un abrazo
ResponderEliminarDoris, me alegro de tu vuelta, yo también he estado este fin de semana fuera, por eso no he podido contestarte antes.
ResponderEliminarUn besito!