Hedera hibernica, G.Kirchn. |
La hiedra (Hedera helix, L.) es una planta o
arbusto trepador de hoja perenne, de la familia Araliaceae (Araliáceas)
originaria del oeste, centro y sur de Europa, Macaronesia, noroeste de África y
que se extiende desde el centro-sur de Asia hasta Japón y Taiwan.
Este género, sobradamente conocido, lo forman
muchas variedades y subespecies, cultivadas o naturalizadas desde la
antigüedad, así como hibridaciones , todas ellas obtenidas de la hiedra
silvestre (Hedera hélix, L.) y que básicamente se diferencian en sus hojas.
Hedera helix, L. |
En el antiguo Egipto, la hiedra
era sagrada para Osiris, el dios de la fertilidad y del inframundo y en la
mitología griega y romana era, junto con la vid, un atributo de los dioses del
vino Dyonsys y Baccus ya que ambos se representan a menudo con un bastón
entrelazado con hiedra.
Su distribución cosmopolita como
planta ornamental para cubrir verjas, muros y paredes, gracias a su rápido
crecimiento, fácil cultivo y gran adaptabilidad a cualquier tipo de terreno,
incluso se puede cultivar en macetas y en el interior, sólo tiene un
inconveniente y es que es invasora, lo que ha dado lugar, en Estados Unidos y
Australia, a erradicarla.
Hedera hibernica, G.Kirchn. |
- Hedera helix, L.: Hojas persistentes, coriáceas, de bordes enteros, de color verde intenso, siendo las de las ramas fértiles del tipo ovado romboidal, y las de las ramas estériles triangulares y jaspeadas.
- Hedera
canariensis, Will. : Esta hiedra de Canarias tiene las hojas son anchas, de 5 a 20 cm, de color verde oscuro brillante y
un poco coriáceas, con 1-5 lóbulos, de tamaño y forma regulares. En su variedad
“variegata” el color verde se ve adornado con tonalidades crema en los bordes.
- Hedera helix
“glacier” : Esta variedad tiene hojas
pequeñas en una deliciosa mezcla de verde oscuro y gris, con un margen blanco
cremoso.
Hasta hace poco se creía que la
hiedra dañaba aquellas superficies por las que trepaba, sin embargo estudios
recientes afirman que es todo lo contrario, porque además de proteger la pared
del paso del tiempo, proporciona un beneficio ecológico y térmico. Ecológico porque es capaz de atrapar las
partículas contaminantes en sus hojas y térmico ya que, por ejemplo en una
pared en verano, la hiedra mantendrá su temperatura más fresca respecto a la
del ambiente.