Apenas unas pocas las palabras porque hoy será suficiente con admirar el "paso a paso" de los primeros brotes y el florecimiento del Ciruelo rojo o Pinus Pisardi (Prunus cerasifera atropurpurea) en una sucesión de fotografías que he ido recopilando.
Los hermanos somos como las ramas de un árbol,
crecemos en distintas direcciones
pero nuestra raíz es una sola.
Post dedicat a la meva germana Mª Carme.
Per molts anys, bonica!!
En un jardín, como en la vida, no todo son flores y maravillas, también hay malas noticias, como son las plagas y enfermedades de las plantas y hoy hablaremos de una de ellas, la gomosis, que ha afectado a mi ciruelo favorito, mi Prunus Cerasifera autropurpurea.
La gomosis es una enfermedad que afecta a árboles frutales de hueso, como ciruelos, cerezos, melocotoneros, etc. que surge por varias causas, ya sea por hongos, bacterias o insectos dañinos que se introducen en grietas de ramas o tronco producidas por roturas o podas incorrectas.
Se trata de una resina o materia gomosa, de color ámbar, que aparece en ramas o tronco, una reacción natural del árbol frente a un agente externo nocivo del que intenta protegerse.
Las causas de la gomosis por hongos se debe a un exceso de agua o encharcamiento de la base del tronco, para lo que conviene hacer una zanja y dejar raíces al descubierto al objeto de que se sequen, o con ayuda de productos eficaces que existen en el mercado y pueden resolver el problema.
Si la causa es por insectos que se han introducido en heridas o grietas, el remedio es limpiar cuidadosamente la zona afectada y aplicar un fungicida y un cicatrizante.
Como medidas preventivas está el correcto abonado, evitar excesos de agua y asegurarse que tras una poda o un injerto la zona quede debidamente protegida con cicatrizantes adecuados. Añadiría que conviene observar el aspecto del tronco y de las ramas, en el caso de rotura, por si quedan grietas abiertas que puedan originar la aparición de hongos o faciliten la entrada de insectos dañinos que provoquen la gomosis.
El caso de mi Prunus se debe a algún insecto que, aprovechando la brusca caída de algunas ramas tras un fuerte vendaval, se introdujo en ellas y fue minándolo poco a poco, de dentro afuera. Al ver la primera aparición de esas gotas de resina, aplicamos un fungicida y un producto cicatrizante, confiando que con esa medida se solucionaba el problema, pero no fue así, la gomosis se fue extendiendo o ya se había extendido interiormente más de lo deseado y ahora el ciruelo está muy afectado, tanto que habrá que eliminarlo.
¡Ya están mis ciruelos en flor!
Os he hablado de ellos en muchas ocasiones, pero verlos florecidos me ha despertado de nuevo las ganas de hacerles fotos y disfrutar de sus flores, ya que son bastante efímeras y en apenas unos días ya habrán caído del árbol.
Estas flores blancas son del ciruelo doméstico (Prunus domestica, L.)
Y estas otras de color rosa son las flores del ciruelo rojo, también conocido como ciruelo japonés o Prunus pisardi (Prunus cerasifera atropurpurea)
En los sépalos, desnudos de pétalos y aún con los estambres, ya se pueden ver asomar a las ciruelas.
Los filamentos de los estambres están marchitos.
El estilo, rojo, sobresale y queda al descubierto la ciruela.
El nacimiento de las ciruelas es todo un espectáculo digno de incluirse en "La otra mirada de Botànic Serrat"
Hoy Botànic Serrat cumple 7 años de blog!!
Para celebrarlo he recopilado mis siete magníficos, siete árboles que son mis preferidos y explicaros un poquito por qué lo son.
Empezaremos por los pinos, árboles que nos enamoraron y fueron la razón por la que compramos, hace ya muchos años, este jardín. Son un hándicap, porque su presencia y la resina que desprenden afectan al desarrollo de otras especies que habitan bajo ellos, no obstante la sombra que ofrecen en verano en esta zona tan calurosa mediterránea se agradece y mucho.
La especie es Pinus halepensis, Mill.
El ciruelo rojo (Prunus cerasifera atropurpurea) situado en el centro del jardín, presidiéndolo y dándole color, rosa cuando está florido y rojo en verano con sus hojas, es, después de los pinos, el árbol que más me gusta.
El almendro (Prunus dulcis), el que anuncia cada año la llegada de la primavera, es un árbol que adoro desde niña, todo me gusta, su porte, sus flores, su perfume, su fruto... y me da mucha alegría verlo florecer.
El árbol del amor (Cercis siliquastrum L.) tiene un encanto especial, es de hoja caduca y en cada estación ofrece un cambio visible. Le nacen brotes pequeños, las flores rosas, las hojas redondas en forma de corazón, las largas vainas verdes que después cambian de color, la caída de las hojas ¡vamos que nadie se puede aburrir teniendo un árbol del amor!
El eucalipto (Eucalyptus globulos labill) que no acaba de desarrollarse bien con tantos pinos a su alrededor me encanta, a pesar de ser un árbol polémico por ser una especie muy agresiva con el medio ambiente por desecar la tierra en donde se plantan lo que produce una transformación del ecosistema. Yo creo que en mi jardín es más bien al contrario, los pinos se ocupan de eso.
Me gusta porque me recuerda mi niñez, las inhalaciones de hojas de eucalipto que preparaba mamá cuando nos resfriábamos.
Al madroño (Arbutus unedo) le tengo un cariño muy especial, ya estaba allí, siempre ha estado en el jardín y espero que siempre esté. Cada año nos ofrece sus frutos, los madroños, que yo antes nunca había visto y que ahora como con agrado y con cuidado de no comer muchos, que emborrachan!
Y el serbal (Sorbus domestica L.) ¡adoro este árbol! pero no me como sus frutos, unas drupas ásperas que sólo se pueden comer muy maduras y en compota o mermelada, algo que no soy muy aficionada a hacer y es que no soy muy dada a los temas de cocina y menos de postres.
Me alegra mucho celebrar con todos vosotros estos siete años de blog y espero que os haya gustado saber algo más de mí y de mi jardín. Muchísimas gracias a todos por estar aquí, desde el principio o desde ahora y por hacer que esto sea posible, ya que sin vosotros, mis amigos, este blog no tiene sentido.
Tal y como había previsto, el ciruelo ya estaba en flor este fin de semana.
Me gusta el aspecto que tiene cuando aparecen las primeras florecillas y aún tiene otras en capullos.
Puedo llegar a ser pesada con este árbol, pero es que siento predilección por los dos ejemplares de este singular ciruelo.
Se trata de una hibridación que hizo mi suegro entre el Ciruelo (Prunus domestica) y el Ciruelo rojo (Prunus cerasifera atropurpurea)
De ahí que sus flores presenten una coloración sonrosada, ni blanca ni rosa, que me encanta!
Me gusta el aspecto que tiene cuando aparecen las primeras florecillas y aún tiene otras en capullos.
Puedo llegar a ser pesada con este árbol, pero es que siento predilección por los dos ejemplares de este singular ciruelo.
Se trata de una hibridación que hizo mi suegro entre el Ciruelo (Prunus domestica) y el Ciruelo rojo (Prunus cerasifera atropurpurea)
De ahí que sus flores presenten una coloración sonrosada, ni blanca ni rosa, que me encanta!
La novedad de esta fin de semana es la aparición de las primeras flores del Almendro (Prunus dulcis o Amygdalus dulcis) que es símbolo de que la primavera está muy cerca, aunque aún quedan días de frío y viento.
No tenía muchas flores, pero la cantidad de brotes que asoman dan a entender que en pocos días el almendro estará cuajado de ellas.
El Ciruelo (Prunus domestica) también muestra las primeras florecillas.
El espectáculo blanco que formarán el ciruelo y los almendros es uno de los que más me gustan.
En cambio, el ciruelo rojo (Prunus cerasifera atropurpurea) aún no tiene ninguna flor a pesar de estar casi a punto.
Los Prunus, árboles de hoja caduca, tienen la peculiaridad de que broten en sus ramas las flores antes que las hojas.
Este fin de semana me he encontrado el Ciruelo rojo (Prunus cerasifera atropurpurea) en plena floración.
Creo que no hace falta añadir palabras...
Ver más información : Ciruelo rojo (Prunus cerasifera atropurpurea)
Hoy os muestro algo diferente de un árbol que ya os he mostrado muchas otras veces.
El Ciruelo rojo, también llamado Prunus Pisardii (Prunus cerasifera atropurpúrea) en una serie de fotografías con sus primeras flores.
No podía escoger ¡me gustaban todas! así que aquí están todas y es posible que vosotros sí podáis decir cuál os gusta más.