Sibybum
marianum, L.
El genero Silybum pertenece a la familia
Asteraceae, natural de la cuenca mediterránea. Lo forman una quincena plantas
anuales o bienales de las cuales solo 2 de ellas son aceptadas, siendo Sibylum
marianum, L. la más destacada, de sinónimo Carduus
marianus, L.
El nombre viene del latín silybum y a su
vez del griego y el epíteto “marianum” deriva de María y hace referencia a una
leyenda medieval que cuenta que María utilizó las grandes hojas de esta planta
para esconder a Jesús las cuales se mancharon de la leche que cayó de su pecho.
Comúnmente cuenta con numerosos nombres:
Cardo mariano, cardo borriquero, cardancha, cardito borrico, cardo de Santa
María, cardo de alcachofa, alcachofa de burro, cardo lechal, cardo lechero y
card blanc en catalán.
Es una hierba anual o bienal, de tallo robusto y puede alcanzar hasta 2 metros de altura. Tallos de sección más o menos circular y foliosos en su base.
Hojas basales pecioladas y oblongo
lanceoladas, pinnatífidas y con espinas amarillentas y manchadas de blanco en
el haz.
Inflorescencia en cabezuelas solitarias. Involucro de la cabezuela subgloboso con bràctees numerosas, las ínteriores lineares y sin espinas, las demás ovadas y espinosas en el margen, terminando en una punta, corol·la de color rosado-moradas en el limbo.
Fruto en aquenio de color cafè oscuro brillante y vilano de cerdas blanquecinas desiguales.
Se encuentra en terrenos más o menos nitrificados de bordes de
caminos, escombreras, baldíos y tierras removidas sobre sustratos profundos.
El cardo mariano es una planta medicinal
conocida por sus propiedades para proteger y regenerar el hígado. Su
principio activo, la silimarina, es un potente antioxidante que ayuda a
combatir el daño celular causado por radicales libres. Además, el cardo
mariano puede ayudar a mejorar la digestión, controlar los niveles de
colesterol y favorecer la eliminación de toxinas del organismo.
Como curiosidad saber que en la antigüedad, se
creía que el cardo mariano tenía propiedades mágicas y protectores, se
utilizaba como amuleto para alejar el mal de ojo y las malas energías.