Las felicitaciones navideñas, christmas en inglés, es otra de las tradiciones que van unidas a las plantas, muchas de ellas, desde las más antiguas hasta las más actuales, tienen ramas de acebo, árboles de Navidad, paisajes nevados y adornos navideños.
Son una manera de hacer llegar a nuestros familiares y amigos mensajes de felicitación y buenos deseos para estas fiestas, en las que celebramos el Nacimiento del Niño Jesús.
En unos días tendréis la mía, pero mientras os cuento la historia de las postales de Navidad...
Esta es la primera tarjeta de felicitación de la que se tiene noticia, es de 1843 y fue encargada por Sir Henry Cole, fundador y director del Victoria and Albert Museum de Londres al artista John Callcott Horsley, con la idea de hacer llegar al pueblo inglés obras de arte que representaban el Nacimiento de Jesús. Sin embargo, la felicitación muestra una familia adinerada brindando y disfrutando de la Navidad, de ella se imprimieron unas 2.000 tarjetas que se vendieron por un chelín cada una y fue la que generó la tradición de enviar postales navideñas.
Sir Henry Cole ideó la comercialización de las tarjetas postales, sin embargo mucho antes ya hay pequeños grabados impresos con escenas religiosas en la Edad Media que monjes y peregrinos repartían y un precedente, la tarjeta que W.E.Dobson pintó con escena familiar tradicional junto al árbol de Navidad y un paisaje de invierno de fondo y que imprimió en 1784, con una prensa litográfica.
La costumbre de enviar tarjetas navideñas se fue generalizando, en Gran Betaña la reina Victoria era gran aficionada a enviarlas y a coleccionarlas, muchas de las cuales se conservan en el actual British Museum de Londres.
Esas primeras tarjetas victorianas estaban muy decoradas con dorados, relieves, flecos de seda y encajes, otras eran ilustraciones de querubines, flores, temas de la naturaleza y especialmente niños encantadores jugando con la nieve o en escenas navideñas.
En 1860, Thomas Nast, creador de la imagen de Santa Claus, organizó la primera venta masiva de felicitaciones navideñas, con la frase impresa de "A Merry Christmas"
En Estados Unidos, en la década de 1870, el alemán Louis Prang se encargó de introducir en el mercado la técnica de la cromolitografía, llegando a crear incluso un concurso de diseño de tarjetas que se premiaba con mil dólares ¡todo un dineral en aquella época! lo que nos da una idea del alcance que ya tenían.
A principios del siglo XX las tartejas navideñas se producían en masa gracias a la industria de la impresión y el diseño iba cambiando a gusto de los consumidores, pasando de imágenes religiosas y Santa Claus a otro tipo de ilustraciones.
En Europa, mientras que en los países escandinavos los gnomos, elfos y bosques nevados estaban de moda, en Francia e Inglaterra eran las compras, los adornos, árboles decorados que incluían versos y textos de autores célebres o anónimos. En Rusia, después de la revolución, las postales se limitaban a felicitar el Año Nuevo con imágenes de Ded Moroz, el equivalente a Papá Noel y a su nieta Snegurochka, la muchacha de la nieve.
Después, ya en la década de los 50, se vuelve a las escenas familiares muy a la americana, que combinan la tradición con el consumo, en un periodo en que el envío de tarjetas navideñas era un buen negocio no sólo para la industria productora, sino para los servicios postales y para organizaciones que imprimían sus propias tarjetas obteniendo beneficios para sus programas de ayudas.
En España era costumbre las felicitaciones por oficios, cada gremio hacía su propia tarjeta, siempre representándolo junto con adornos de guirnaldas y cestas navideñas, que repartían por las casas felicitando las pascuas y la ilusión de recibir un pequeño aguinaldo.
Quiero destacar a un ilustrador, Joan Ferrándiz, un hombre que hizo numerosas postales navideñas, tiernas y encantadoras, que forman parte de mis recuerdos infantiles.
Para finalizar os dejo esta ilustración de los años sesenta, bellísima, de Basil Ede, uno de los mejores ilustradores de aves, con ese petirrojo sobre una rama de acebo.
Con las nuevas tecnologías las tarjetas postales han cambiado a formatos digitales, tarjetas vituales de todo tipo enviadas por correo electrónico, redes sociales o wassap, aunque poco importa el medio cuando la finalidad es la esencia, desear una Feliz Navidad.
Precioso reportaje y que recuerdos tan lindos. Muchos besos.
ResponderEliminarGracias Teresa, me alegro mucho que te gusten y te traigan buenos recuerdos :)
EliminarMil besos.
FELIZ NAVIDAD!!!! Un cariñoso abrazo desde Cantabria.
ResponderEliminarFELIZ NAVIDAD!
EliminarYo también te mando un abrazo enorme y te deseo unas Felices Fiestas, Germán.
Hola Montse, me encanta y todo lo que acabo de descubrir sobre las postales y que no tenia ni idea, la del petirrojo es una pasada. Felices fiestas. Un beso enorme.
ResponderEliminarMe alegro, Lola y esa postal del petirrojo es una precisidad, tenía que incluirla porque me encanta :)
EliminarUn abrazo inmenso.
Me ha encantado el artículo, realmente curioso. Muchas felicidades a Montse y a todo el mundo
ResponderEliminarEstas curiosidades, ya sean históricas o leyendas, me chiflan así que me alegro mucho que te haya gustado.
EliminarFelices Fiestas, Raúl y un beso enorme.
Precioso, Montse!! yo también recuerdo con mucho cariño las postales navideñas de Ferrándiz! gracias por compartirlo y muy feliz Navidad para ti y tu familia. Un abrazo fuerte :-)
ResponderEliminarMe alegro que te haya gustado, María José, y más las postales de Ferrándiz siento una gran admiración por su obra, de niña no quería comprar otras postales más que las suyas.
EliminarTe deseo mucha felicidad y amor en estas fiestas, para tí y para los tuyos ¡FELIZ NAVIDAD!
Y un montón de besos.
Cómo me gustan las postales y los cromos antiguos, Montse. Qué bonitas las que nos enseñas y gracias por contarnos su historia.
ResponderEliminarBesos y felices fiestas.
Hola Montse. Que bonita historia nos cuentas con las bonitas postales. La del pitirrojo me gusta para pintar un cuadro.
ResponderEliminarFELIZ NAVIDAD.