ALADIERNO
Rhamnus alaternus L.
Rhamnus es un género de árboles pequeños o arbustos, que comprende unas 100 especies de la familia de las Rammnaceae, originario de las regiones templadas y subtropicales del Hemisferio Norte, algunas partes de África y de Sudamérica.
Rhamnus alaternus L., conocido comúnmente como Aladierno, aladierna, agracejo, árbol de la medicina, carrasquilla, chaparro, cosconilla, laderna, ladierna, entre otros y es muy característico en las zonas boscosas y de matorrales de las regiones mediterráneas.
Es un árbol pequeño o arbusto perenne que puede alcanzar los 5 metros de altura.
Tiene una corteza grisácea, muy empleada en ebanistería y de la que se extrae un tinte color castaño que sirve para colorear la lana.
Hojas alternas, coriáceas, variables entre lanceoladas u ovadas, nervadas, en color verde oscuro brillante en el haz y algo más claras en el envés.
Flores pequeñas y poco vistosas, agrupadas en densos y cortos racimos. Son dioicas, es decir que existen ejemplares masculinos y ejemplares femeninos. Cáliz verde amarillento en forma de tubo que finaliza en lóbulos más largos que el tubo. Florece a finales de invierno o principios de primavera.
Los frutos son bayas rojas que van volviéndose oscuras hasta ser totalmente negras a medida que maduran, entre finales del verano y el otoño.
Su corteza, en medicina tradicional, tiene propiedades medicinales como purgante y astringente.
Se encuentra en todo tipo de terrenos, silíceos o calizos, en suelos pedregosos e incluso entre las grietas de las rocas en casi toda la Península Ibérica, y también se cultiva como árbol o arbusto ornamental aislado o en formación de setos.
Se multiplica por semillas con estratificación y por esquejes.
Se encuentra en todo tipo de terrenos, silíceos o calizos, en suelos pedregosos e incluso entre las grietas de las rocas en casi toda la Península Ibérica, y también se cultiva como árbol o arbusto ornamental aislado o en formación de setos.
Se multiplica por semillas con estratificación y por esquejes.
16 comments
sí que tenemos también aladiernos en nuestro monte... tienen una floración muy discreta, parecida a la del laurel ¿verdad?, en general el un arbusto que pasa un poco desapercibido, pero en invierno se agradece siempre verde¡¡¡
ResponderEliminarbesitos
Pues es bonito el arbustillo.
ResponderEliminarPilar, tiene las flores tan disimuladas como las del laurel, es cierto. Me imagino que por Córdoba, que hace más calor, aún no tienen los frutos rojos, aquí ya van oscureciendo algo y todo.
ResponderEliminarAhora que empiezan a caer las hojas de los caducos, da gusto ver tanto este como el Madroño o el Durillo que permanecen verdes ¡menos mal!!
Un montón de besos.
Tiene su encanto, Gargon, por lo menos cuando tiene los frutos rojos que es cuando más luce.
ResponderEliminarBesitos!!
bonito y medicinal.
ResponderEliminarno sabia que existía O.o
¡no sabía que tenía tantos nombres! yo siempre lo he conocido como chaparro. Un saludo Montse, Jose.
ResponderEliminarLa primera foto es la que más me gusta. Las bayas rojas quedan preciosas con las hojas verdes. Besos
ResponderEliminarKato, en tu tierra, El Salvador, tiene que haber algún que otro aladierno ya que suelen estar en climas cálidos.
ResponderEliminarUn beso muy grande.
Hola José, es curioso la cantidad de nombres comunes que puede llegar a tener un árbol o una planta, a veces yo también me sorprendo al descubrirlos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Elvira, es una combinación muy habitual y más ahora que nos vamos acercando a la época de los frutos rojos.
ResponderEliminarBesitos!!
Muy interesante, Montse, como siempre, aprendiendo y conociendo gracias a tus entradas.
ResponderEliminarBESOS
Esos frutos que son bayas tan rojas
ResponderEliminarque van, que van volviéndose oscuras
hasta ser totalmente negras, negras,
que maduran, maduran al final
del tiempo del verano y el otoño...
Cuando tienen los frutos aún de color rojo, casi parecen los acebos del monte mediterráneo.
ResponderEliminarSaludos.
Tuqui, es precioso que podamos descubrir y aprender unos de otros. A través de los blogs yo he aprendido muchísimo.
ResponderEliminarBesos.
¡Ay, Enric, qué bellas palabras!
ResponderEliminarTodas las estaciones tienen su encanto, por eso hay que estar a las verdes y a las maduras.
Un abrazo.
Sí, Frco.Javier, es como un avance de la Navidad, que ya tenemos casi a la vuelta de la esquina.
ResponderEliminarBesitos!
Bienvenid@ a Botanic Serrat
y muchas gracias por dejar tu comentario.