MAZAPAN : Almendras y azúcar
Así como el turrón se elabora básicamente con almendras y miel, el mazapán tiene como ingredientes almendras y azúcar. Ambos son los dulces más representativos de la gastronomía española para estas fiestas de Navidad, dos productos exquisitos y de larga tradición.
El mazapán es una masa compacta y fina que resulta del amasado de almendras crudas, peladas y molidas con azúcares naturales. Tras un proceso de batido, se realiza el moldeado ya sea mecánico o manual que le dará forma, como las tradicionales “figuritas de mazapán” y posteriormente se procede al horneado. Esto último, el horneado, es la parte fundamental en cuanto a la cobertura, el tostado suficiente, el color dorado-miel de su aspecto y que las figuras no presenten agrietados, obteniendo un óptimo resultado si esto se conjuga con la textura uniforme de la masa de su interior.
Existen cuatro denominaciones de origen: el “Mazapán de Toledo” y el “Mazapán de Soto” de La Rioja en España, los famosos mazapanes “Lübecker Marzipan” y “Königsberger Marzipan” de Alemania. En Guatemala existe el “Mazapán de Atmatitlán” un dulce elaborado con semillas de pepitoria, arroz y azúcar.
Foto Botanic Serrat : Almendras
Como ocurre con el turrón, su procedencia es motivo de controversia, pero lo más probable es que su origen sea árabe y venga de los dulces hechos a base de almendra y miel de su cultura llamados “mahsavan” que introdujeron en la península en la Edad Media.
También el término árabe “mantha-ban” que significa rey sentado, coincide con los primeros mazapanes que se conocen en España que tenían esa forma, no admisible en la cultura islámica que no permite representaciones de personas o animales, detalle de la convivencia de ambas culturas y que ubica a la ciudad de Toledo teniendo en cuenta de que su escudo heráldico lleva un rey sentado a cada lado del mismo.
En Toledo existe la leyenda de que fueron las mojas del Convento de San Clemente las que, para paliar la hambruna existente en la ciudad sitiada por los árabes, hicieron una masa con aquello que tenían en sus despensas, almendras crudas y azúcar, machacándolas en un almirez y horneándolas, dando así origen a los mazapanes y su nombre “maza de pan”.
En Palermo (Italia) se cuenta una leyenda sobre una dama noble, Eloisa Martorana, que hizo construir en el año 1193 un Monasterio en Sicilia que llevaba su nombre. Las monjas benedictinas del monasterio eran en su mayoría de origen griego y hacían una masa de azúcar y almendras a la que le daban forma de animales o frutas y luego horneaban y pintaban con pigmentos extraídos del azafrán o del pistacho. Estos mazapanes se hicieron muy populares y cada vez hacían más y más, hasta que les prohibieron hacerlos porque les reclamaban mucho tiempo descuidando sus oraciones y prácticas religiosas. A pesar de tales prohibiciones, las monjas siguieron elaborando los dulces hasta mediados del siglo XX, llamándolo “Frutta Martorana” y cuya receta perdura en la ciudad de Palermo como tradicionales dulces en el Día de Todos los Santos.
Después de conocer estas historias sólo nos resta disfrutar de mazapanes y turrones, postres que gustan a todos y que nos harán más dulces las fiestas de Navidad.
22 comments
Y yo que no puedo con el mazapán. :( Me sienta como una bomba!! Besos ligeros
ResponderEliminarInteresantes las historias pero yo de comer mazapanes, ni uno, no me gustan nada al igual que los turrones. Lo único que me gusta es el roscón y tiene que llevar nata.
ResponderEliminarahora ya se por que me gusta mas el mazapán que el turrón ¡¡¡
ResponderEliminarCómo me gusta el mazapán!! horneada o en pasta, me encanta! tuve la oportunidad este año de comerlo en Toledo, proveniente del Convento que mencionás, un lujo realmente :)
ResponderEliminarBesitos Mon!!
Elvira, pues a mí me vuelven loca, hoy mismo me he comido dos con el café ¡Ummm, qué ricos!
ResponderEliminarUn besito, guapa.
Pixel, pues yo pensaba que serías más golosa, jaja... a mí el turrón no me gusta tanto como los mazapanes. El roscón también me gusta mucho, de nata o de trufa ¡Ay, yo sí que soy golisilla!
ResponderEliminarMuchos besos y muy dulces.
Kissy ¿es por no llevar miel como el turrón?, pues seguramente por la misma razón a mi los mazapanes me gustan más que el turrón también.
ResponderEliminarMuchos besos, guapa.
Los mazapanes de Toledo son exquisitos, Axis, yo estuve un verano y me comí una caja entera, eran de unas monjitas pero no recuerdo si serían las de San Clemente.
ResponderEliminarUn besito.
siempre encuentro aquí las más interesantes historias!
ResponderEliminarlos mazapanes que comí eran traídos de Asturias..mmmm...almendras y miel...ricorrrr!
mil besos
Hola Montse... felices fiestas y bon Nadal. Un abrazo
ResponderEliminarSí que soy golosa, sobre todo para el chocholate pero en cuanto a dulces navideños se refiere no me gustan nada.
ResponderEliminarSaludos
Hola, deliciosas imágenes! mazapán, lo amo:) es asombrosamente rico! ja..
ResponderEliminarSaludos..
Que ricos se ven, aunque no los he probado, sólo el turrón que me encanta mmmm... que ricos postres para la Navidad!!
ResponderEliminarBesos dulces para tí
¡Ay, Rayuela, qué bien que los hayas probado! y me alegro que te gusten las historias, a mí me encanta saber todas esas cosas curiosas.
ResponderEliminarMuchos besos.
Juanillo, te deseo unas felices fiestas con todo cariño y un feliz año 2011 ¡y muchos, muchos besitos!
ResponderEliminarPixel, ya sabía yo que tenías pinta de golosa, jeje...
ResponderEliminarEl chocolate me pierde, todo lo que lo contenga es irresistible para mí!!
Besitos.
¡Pues ya somos dos, Dejemonos!, es que están tan ricos....
ResponderEliminarBesos dulces.
Gabiota, seguro que te gustarían. Creo que allí tenéis unos postres muy buenos para estas fiestas y no hace mucho pusiste unos (no recuerdo el nombre) que debían de estar riquísimos ¡Ay, los dulces nos gustan a todos!
ResponderEliminarMuchos besos.
Interesante historia Montse, y que ricos mazapanes... solo ver la fotografía dan ganas de darles un mordisco! Feliz y dulce Navidad...
ResponderEliminarHola Montse, que pinta tiene todo, a mi también me gustan mucho, en cambio el turrón; me refiero al tradicional, duro o blando, me cansa mucho, confieso mi poca ortodoxia en cuanto a turrones se refiere, porque me gustan las novedades o que tengan chocolate (no el famoso crujiente, que lo veo empalagoso, como soy amante del chocolate negro...)aquí en Zaragoza tenemos la fabrica de LACASA que saca unas delicias...
ResponderEliminarAhora, entre los añitos que me van cayendo y que estoy más ocupada ,me he vuelto una vaga, y no hago esas cosas caseras que yo hacía, en fin.
Tu sigue informando que es muy interesante todo lo que pones, preciosa.
Besicos ¿que tal con piñones?
Dorisalon, si que entran ganas, sí, menos mal que no puede que si no... ¡ya me los habría comido todos!, jajaja...
ResponderEliminarUn besito, guapa.
Rosa, pues a mí me pasa igual, que los turrones me empalagan mucho, los encuentro demasiado dulces, en cambio los mazapanes ¡Uy, me pierdo con ellos! y ni te cuento con el chocolate ¡los bombones me vuelven loca!, pero hay que controlarse para no engordar más de la cuenta, jaja...
ResponderEliminarYo hice turrón en casa cuando mi hija era pequeña y me quedó buenísimo, no es difícil. Ahora ¿será la edad también? ya no hago esas cosas, ni turrones ni nada. Por cierto, los famosos "panellets" del Día de Todos los Santos, una masa de mazapan recubierta con piñones, como se ve en la fotografía y que les llaman "empiñonadas" o algo así.
Un beso, Rosa.
Bienvenid@ a Botanic Serrat
y muchas gracias por dejar tu comentario.