La timidez de los árboles
Pinus halepensis, Mill. de Botànic Serrat |
La timidez es un sentimiento humano que se caracteriza por la falta de seguridad en uno mismo y la dificultad de relacionarse con los demás y el acercamiento a los demás. ¿Cómo se le puede atribuir un sentimiento humano al mundo vegetal?
Pues sí, existe, en algunas plantas, un curioso fenómeno que los botánicos llaman timidez.
La timidez de los árboles o fisuras de la timidez es un fenómeno botánico observado en algunas especies arbóreas, en el cual las copas de árboles frondosos no se tocan entre sí, formando un dosel con brechas, que en inglés es conocido como dosel shyness o crown shyness. Este sorprendente fenómeno de no tocarse entre sí, denominado por ello timidez, es más prevalente entre árboles de la misma especie, pero también ocurre entre árboles de especies diferentes.
Pues sí, existe, en algunas plantas, un curioso fenómeno que los botánicos llaman timidez.
La timidez de los árboles o fisuras de la timidez es un fenómeno botánico observado en algunas especies arbóreas, en el cual las copas de árboles frondosos no se tocan entre sí, formando un dosel con brechas, que en inglés es conocido como dosel shyness o crown shyness. Este sorprendente fenómeno de no tocarse entre sí, denominado por ello timidez, es más prevalente entre árboles de la misma especie, pero también ocurre entre árboles de especies diferentes.
Existen muchas hipótesis, desde las primeras discusiones en 1920, de por qué la timidez entre árboles es un comportamiento adaptativo, aún así investigaciones importantes sugieren que este fenómeno puede inhibir la propagación de minadores.
Foto de Dag Peak en la Plaza San Martín de Buenos Aires (Wikipedia) |
Algunas hipótesis afirman que el entrelazamiento de las ramas del dosel da lugar a una poda recíproca entre árboles adyacentes. Los árboles ubicados en zonas ventosas sufren daños físicos cuando chocan entre sí durante los vientos que induce la forma tímida de la copa. Ciertos estudios sugieren que el crecimiento de ramas laterales es muy poco influenciado por árboles vecinos hasta que se produce una perturbación por abrasión mecánica. Este efecto se produce en bosques ventosos, bosques con árboles flexibles, y bosques en sucesión primaria en los que las ramas son flexibles y con movimientos laterales restringidos. En razón a dicha interpretación, la flexibilidad variable en ramas laterales guarda una gran relación con el grado de timidez.
Cierta investigación sugiere que la constante abrasión en los nódulos de crecimiento interrumpe el tejido de los brotes de tal manera que se hacen incapaces de continuar creciendo lateralmente. El guardabosque australiano M.R. Jacobs, quien estudió patrones en las fisuras de timidez en Eucaliptos durante 1955, creía que las crecientes puntas de los árboles eran más sensibles a la abrasión, dando como resultado fisuras en el dosel. Miguel Franco (1986) observó que las ramas de Picea sitchensis (pícea de Sitka) y Larix kaempferi (alerce japonés) sufrían daño físico debido a la abrasión, la cual arrasaba los brotes principales.
Una destacada hipótesis es que la timidez del dosel está relacionada con una mutua recepción de la luz por plantas adyacentes. La respuesta de evasión a la sombra mediada por fotorreceptores es un comportamiento bien documentado en variedad de especies vegetales.
Las plantas son capaces de percibir la proximidad de sus vecinos mediante la detección de luz roja lejana retrodispersada (far red, FR) Muchas especies de plantas responden a un incremento en la luz FR y, por extensión, a sus vecinos invasores, digiriendo su crecimiento fuera del estímulo de la luz FR e incrementando la velocidad de elongación. De modo parecido, la luz azul (B) es utilizada por las plantas para inducir una respuesta de evasión a la sombra, probablemente jugando una función en el reconocimiento de las plantas vecinas, aunque esta interpretación está apenas empezando a ser caracterizada.
Cierta investigación sugiere que la constante abrasión en los nódulos de crecimiento interrumpe el tejido de los brotes de tal manera que se hacen incapaces de continuar creciendo lateralmente. El guardabosque australiano M.R. Jacobs, quien estudió patrones en las fisuras de timidez en Eucaliptos durante 1955, creía que las crecientes puntas de los árboles eran más sensibles a la abrasión, dando como resultado fisuras en el dosel. Miguel Franco (1986) observó que las ramas de Picea sitchensis (pícea de Sitka) y Larix kaempferi (alerce japonés) sufrían daño físico debido a la abrasión, la cual arrasaba los brotes principales.
Una destacada hipótesis es que la timidez del dosel está relacionada con una mutua recepción de la luz por plantas adyacentes. La respuesta de evasión a la sombra mediada por fotorreceptores es un comportamiento bien documentado en variedad de especies vegetales.
Las plantas son capaces de percibir la proximidad de sus vecinos mediante la detección de luz roja lejana retrodispersada (far red, FR) Muchas especies de plantas responden a un incremento en la luz FR y, por extensión, a sus vecinos invasores, digiriendo su crecimiento fuera del estímulo de la luz FR e incrementando la velocidad de elongación. De modo parecido, la luz azul (B) es utilizada por las plantas para inducir una respuesta de evasión a la sombra, probablemente jugando una función en el reconocimiento de las plantas vecinas, aunque esta interpretación está apenas empezando a ser caracterizada.
Y mientras buscan y rebuscan más hipótesis, creo que hay algo mucho más simple y enriquecedor en esa timidez vegetal, ese lenguaje de la naturaleza que aún no llegamos a comprender pero que siempre nos habla de vivir en constante evolución compartiendo el afecto, con respeto y armonía.
8 comments
Precioso e ilustrativo post querida amiga. Creo que la naturaleza es mucho más inteligente de lo que pensamos y nos queda mucho por aprender y comprender de ella. Su evolución es constante.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo amiga mía.
¡Qué descubrimiento! Nunca había oído hablar de este tema . Muchas gracias Montse
ResponderEliminarPrecioso querida Montse, me encanta. Besos.
ResponderEliminarMuy interesante, me ha encantado. Besos.
ResponderEliminarQue post mas bonito, cuando planto un árbol coloco un tutor ya que los arboles tienden a separarse de otros arboles más grandes o muros buscando el máximo de luz. De no colocar el tutor su tronco crece doblado separándose buscando su espacio. Como si tuviesen timidez.
ResponderEliminarUn beso muy grande.
Hola querida Montse
ResponderEliminar¡Estoy profundamente impresionado por tus fotos de estos hermosos árboles!
¡Me encanta tu descripción de la timidez de las personas y su vinculación con la naturaleza y los árboles! Mis cumplidos :-))
Un fuerte abrazo y muchos besos
Helma
Muchísimas gracias a todos!!
ResponderEliminarMil besos.
I think that we are learning more, and also acknowledging and appreciating the power of nature and the therapeutic value of trees and forested environments. Maybe this dreaded pandemic will cause humans to rethink some of our attitudes towards nature. We can only hope so. Stay well, Montse. Besos desde el norte.
ResponderEliminarBienvenid@ a Botanic Serrat
y muchas gracias por dejar tu comentario.