Las UVAS de FIN DE AÑO
En
España el 31 de Diciembre, la Nochevieja, es tradición tomarse doce uvas al
compás de las campanadas que a las 12 de la noche, despiden el año y dan paso
al año nuevo. En Madrid a esa costumbre además se le añade la de acudir a la Puerta
del Sol a tal efecto y que se retransmite por televisión desde 1962 en directo.
¿Sabéis a qué se debe esta tradición?
Se
desconoce con exactitud el origen de esta costumbre y se cuentan historias,
como que un exceso de producción de uva entre los agricultores levantinos, en
1909, fue lo que promocionó esta costumbre y aunque eso es así, su origen es de
mucho antes.
Según
publicaciones del periódico El Imperial de Madrid, se relata que en la noche
del 31 de Diciembre de 1895 en la residencia del Presidente del Consejo de
Ministros, todo el gabinete y distinguidas personalidades de Madrid se tomaron
uvas y champagne para celebrar la entrada del nuevo año bajo el brindis del
general Martinez Campos. Si bien no se menciona que las uvas fueran doce ni que
se tomaran al son de las campanadas, lo cierto es que al año siguiente se
repitió el acontecimiento y al siguiente, en la Nochevieja de 1897 los
comerciantes ya habían visto el filón y las uvas se anunciaban con todo tipo de
frases al más puro estilo de marketing: “Uvas de la suerte”, “uvas milagrosas” o “uvas de la fortuna”.
Aunque
otras notas de prensa de la época dicen que la costumbre de tomar uvas y
champagne entre la aristocracia madrileña, que solía pasar las vacaciones en
Biarrtiz o París, fue copiada de los franceses, el hecho de que se convirtieran
en un símbolo y de que fueran doce, tal y como lo conocemos ahora, se debe
a otro singular acontecimiento histórico.
En
Madrid, a finales del siglo XIX, se solía gastar una broma a los llegados de
otras regiones españolas, especialmente asturianos y gallegos, haciéndoles
subir a los balcones durante la llegada de los Reyes Magos que se suponía
dejaban monedas como regalo para quienes las encontraran. Era una fiesta
nocturna y ruidosa en la que participaban muchos ciudadanos, la única que
existía en la época. En 1881, toma la alcaldía de la ciudad un asturiano, José
Abascal y Carredano y proclamó un bando para que todo aquel que hiciera la
broma pagara un duro (cinco pesetas antiguas) intentando con ello eliminar la
fiesta. Al año siguiente, 1882, los madrileños, para burlarse de la
aristocracia que celebraba la Nochevieja con uvas y champagne y a modo de
protesta contra la medida adoptada por el Alcalde Abascal, se presentaron ante
las puertas del que fuera entonces Ministerio de Gobernación, actual Puerta del
Sol, a tomar doce uvas al compás de las campanadas del reloj del edificio.
¡Feliz Año Nuevo a todos!
6 comments
Muchas felicidad para ti y tu familia Montse. Feliz año nuevo. Un abrazo.
ResponderEliminar¡Feliz Año Nuevo, Teresa!
EliminarFeliz año Montse
ResponderEliminar¡Feliz Año Nuevo, Joaquín!
EliminarFeliz año,cariños.
ResponderEliminarGracias ¡Y feliz año, guapa!
EliminarBienvenid@ a Botanic Serrat
y muchas gracias por dejar tu comentario.