Foto Botànic Serrat : Hojas de Acanto |
El Acanto (Acanthus mollis) es la única especie de la familia Acanthaceae y sus hojas, que en estos días hacen su aparición después de un período de reposo, parece ser que fueron fuente de inspiración para Calímaco, artista escultor y pintor griego, para decorar capiteles y columnas en la antigua Grecia.
Vamos a conocer algo más sobre este tema…
La arquitecta de la Grecia antigua, que estuvo presente en las Islas del Egeo, el Peloponeso y las colonias de Asia Menor y en Italia desde el 900 a.C. hasta el primer siglo d.C. es conocida por sus templos y construcciones. En este arte se desarrollaron tres tipos de órdenes arquitectónicos que se aprecian especialmente por la forma de sus columnas:
El órden más antiguo es el dórico, cuyas columnas carecen de basa (base) y el capitel está compuesto por el equino y el ábaco (especie de tablero que soporta la estructura).
Cuando quisieron construir un primer templo, los griegos tomaron como medida la huella del pie de un hombre y la relacionaron con su altura, después sabiendo que el pie medía la sexta parte de la altura transfirieron esa medida a la altura de las columnas, haciéndolas al fueste, incluido el capitel, seis veces mayor que la anchura de su base. Y así nació la columna dórica, guardando las proporciones de un cuerpo masculino, fuerte y robusto.
El órden jónico, tiene columnas con basa y son más altas y delgadas que las jónicas, en ellas el capitel se desdobla en dos volutas situadas directamente debajo del ábaco rectangular.
Cuando, tiempo después, los griegos decidieron levantar un templo en honor a la diosa Diana quisieron darle la esbeltez femenina, tomaron la relación con las pisadas de una mujer, siendo la anchura de las columnas la octava parte de su altura. Le colocaron un anillo en la base y en el capitel un adorno a modo de cabellera con bucles rizados que caían de derecha a izquierda formando ondas y a lo largo del fuste marcaron trazos que simulaban los pliegues de las estolas que llevaban las matronas griegas.
Y en el órden corintio, cuya creación se atribuye al escultor griego Calímaco, las columnas tienen base y fuste acanalado, su capitel tiene forma de campana invertida y está cubierto ornamentalmente con hojas de Acanto.
Este estilo imita la esbeltez virginal de una doncella, según cuenta esta leyenda:
Una doncella de Corinto enfermó y murió. Su nodriza tomó todos sus juguetes y enseres y los depositó en su tumba dentro de un cestito, tapándolo todo con una piedra. El cestito, por casualidad, quedó situado sobre una raíz de acanto y éste a pesar del peso de la piedra al brotar con sus grandes y verdes hojas creció alrededor del cestito que, doblado por el peso de la piedra y envuelto en hojas verdes, éstas se doblaban formando volutas en el borde del cesto.
* Ver información sobre el Acanto (Acanthus mollis)