ENCINA Un árbol con historia
Encina (Quercus ilex, L.) |
En Botànic Serrat hay tres encinas autóctonas de la zona y siguiendo con la tradición de este blog de ir contando las leyendas e historias en torno a ciertas especies vegetales relacionadas con la Navidad, hoy os hablaré de este árbol tan conocido y extendido en España.
La encina (Quercus) es un género de árboles o arbustos pertenecientes a la familia de las Fagaceae, que abarca entre 400 y 600 especies distribuidas por Europa, Asia occidental y América.
Se considera un género muy antiguo, habiéndose hallado fósiles del cretácico superior, un árbol con una larga historia y simbolismo.
Los celtas denominaron “kaërquez” a la encina y de la que deriva su nombre “quercus” cuyo significado es “árbol hermoso”, un árbol de culto entre los primeros pobladores de la Península Ibérica, los celtíberos. En aquel tiempo toda la península estaba cubierta de frondosos bosques con abundantes encinas y dada su característica de árbol perenne, no es extraño que le rindieran culto.
Los druidas, antiguos sacerdotes celtas, tenían la creencia de que había un árbol bendito, un árbol de la vida, capaz de curar todos los males físicos y espirituales, preferentemente el roble al que también llamaban “kaërquez”, pero también otros árboles de gran porte como el castaño, la haya y la encina.
Debemos atribuir a la encina muchas de las leyendas que tienen relación con el roble, el árbol sagrado, así cuando Homero en “La Iliada” cuenta que Ulises pide consejo a Zeus a través del follaje de un roble, hace referencia también a la encina. Zeus, el soberano de los dioses del Olimpo, tenía como símbolos de fortaleza al roble y a la encina.
En la antigua Roma, había un encinar consagrado a Júpiter (Zeus) y las hojas de encina se utilizaban como distintivo de heroicidad y victoria, lo mismo que se hacía con las hojas de laurel.
En la Biblia, donde figuran muchos árboles sagrados, se habla del encinar de Mambré como el lugar en donde Yahvé se le apareció a Abraham.
Durante el romanticismo europeo del siglo XVIII, la encina significaba la fuerza inquebrantable y ese mismo significado se cierne en la época nacionalsocialista de Hitler, en donde hojas de encina aparecen en distintas condecoraciones militares.
En la actualidad, en España, los encinares están protegidos, suponen amplias zonas que contribuyen a mantener el ecosistema ya que albergan una gran diversidad de fauna y otras especies arbóreas formando espacios mixtos de bosque.
Sus hojas constituyen un alimento para el ganado y su fruto, la bellota, que antes era de consumo en la dieta humana, ha pasado a ser el principal alimento del cerdo ibérico, para la obtención de jamón y embutidos, cuya producción procede de las regiones de encinares entre las que destacan las grandes dehesas de Extremadura, Jabugo (Huelva) y Guijuelo (Salamanca).
18 comments
Muy interesante, Montse. Felices fiestas!
ResponderEliminarIgualmente, Juan ¡FELIZ NAVIDAD! y un AÑO NUEVO lleno de esperanza y felicidad.
EliminarInteresante y bonito, yo tengo una pequeña encina en la entrada del camino a casa, las tuyas ya veo que son grandes y hermosas. Besinos y felices fiestas.
ResponderEliminarEsta es tierra de encinas, así que se crían la mar de bien.
EliminarMil besinos, querida Lola y unas muy FELICES FIESTAS !!
En mi país Oaks demasiado popular y hemos disfrutado de una gran cantidad de ellos, y para los muy ancianos. Saludos.
ResponderEliminarGiga, en tu pais hay una larga tradición y me alegro mucho de que sigáis disfrutando de estas y otras tradiciones, es algo que vale la pena conservar.
EliminarUn beso enorme y FELIZ NAVIDAD !!
Una entrada molt bona i interessant Monte. Que passes un Nadal molt feliç
ResponderEliminarNoltes gràcies, Manel
EliminarEt desitjo un BON NADAL a tu i a els teus, de tot cor.
Montse, preciosa entrada, me encantan las encinas, es nuestro árbol. Besos.
ResponderEliminarSííí, Extremadura está lleno de encinares, es la fuente de alimentación de los cerditos que luego dan esos buenos jamones.
EliminarUn beso enorme, guapa.
La encina es un árbol que me encanta, es bello, fuerte y muy nuestro. Un abrazo Montse y Bon Nadal!!!
ResponderEliminarHemos de valorar estos árboles tan nuestros!!
EliminarTe deseo una FELIZ NAVIDAD, Doris, y un buen AÑO NUEVO, con mucho cariño.
Mil besos.
Hola Montse. Muy bonito todo lo que escribes sobre las encinas. Y si alguna vez tienes ocasión no dejes de visitar la carrasca de Culla, en la provincia de Castellón. Es una encina grandiosa, su copa abarca unos 25 o 30 metros de diámetro y su tronco para abrazarlo hacen falta 7 u 8 personas. Según cuentan en guerras del pasado acampaban batallones enteros a su sombra. Actualmente está rodeada de alambrada metálica para que nadie acampe en ella y llene el recinto de basuras. Junto a ella hay una masía que tiene restaurante y habitaciones, y muy cerquita una fuente manantial cuya agua es excelente para el riñón. Perdona mi comentario tan extenso, pero es un lugar que me encanta y lo visito poco porque me pilla lejos.
ResponderEliminarUn abrazo.
¡Oh, me encanta que nos cuentes estas cosas, José! siempre es interesante conocer la existencia de especies singulares, como esta encina carrasca que nos mencionas y que, si tengo oportunidad, me gustaría ver, así que tomo nota de lo que dices y te lo agradezco muchísimo.
EliminarUn beso grande!!
FELICES FIESTAS DE NAVIDAD.
ResponderEliminarUN ABRAZO.
Igualmente, José, te deseo una FELIZ NAVIDAD y un FELIZ AÑO NUEVO con todo mi cariño.
EliminarBesos.
GRACIAS MONTSE!!!! y lo mismo te deseo!! que el año próximo lo vivas con mucha felicidad!!!
ResponderEliminarUn beso enorme, querida Margó ¡FELIZ NAVIDAD!
EliminarBienvenid@ a Botanic Serrat
y muchas gracias por dejar tu comentario.