No hace mucho os mostraba las ramas espinosas de la Falsa Acacia (Robinia pseudoacacia L.) y mirad ahora como se va vistiendo con sus nuevas y verdes hojas.
Es un poco la magia de las especies caducifolias, estos brotes de hojas nuevas que nos regalan en cada primavera.
Después aparecen los racimos colgantes de sus flores.
Flores blancas y perfumadas que suelen atraer a las abejas y que son comestibles, conociéndose popularmente con el nombre de pan y quesitos; con ellas se preparaba antiguamente un agua destilada con propiedades antihistéricas.
Su infusión posee propiedades calmantes, antiespamódicas, emolientes, tónicas y astringentes. Pero, sólo las flores, porque el resto de la planta es tóxica.