Este pequeño insecto suele causarnos miedo por su aspecto amenazador y pensamos que nos puede picar, pero en realidad es inofensivo e incluso beneficioso ya que se alimenta de otros insectos y arañas de los cultivares y del jardín.
Su peligrosidad es sólo para el macho, que es devorado por la hembra durante o después del apareamiento.
La Mantis religiosa, es un insecto de la familia Mantidae que cuenta con numerosas subespecies y se distribuye ampliamente por Eurasia y África, así como en Norteamérica donde fue introducida.
Suele medir entre 4 y 6 cm y se compone de un tórax largo, antenas delgadas y dos patas delanteras que se recoge ante la cabeza provistas de espinas y que parecen estar en aptitud de plegaria, por eso se denomina “religiosa”. Tiene dos ojos compuestos y tres ojos sencillos, una cabeza que gira 180º y puede ser de color verde o pardo.
En España se conoce como “caballito del diablo” o “muerte” que contrasta con la denominación científica “religiosa” o el de “Santateresa” como la conocen en América del Sur.