Hedera canariensis, Will.
Arbusto o planta trepadora perenne de
la familia de las Araliaceae y originaria de las Islas Canarias y del Norte de
Africa, de ahí que se la conozca como hiedra canaria o hiedra matizada.
A diferencia de las distintas variedades de Hedera hélix que cuentan con hojas en forma de simple escudo, estrelladas, completamente verdes e incluso con complejas mezclas, la Hereda canariensis presenta unas hojas de mayor tamaño, bien totalmente verdes menos popular, y la conocida como “Gloria de Marengo” de hojas variegadas de color verde brillante con bordes blancos o cremas que se vuelven bronceadas en otoño.
Entre las varias especies de
hiedra, únicamente dos son las más conocidas como plantas de interior, la H.
hélix y la hiedra de canarias.
Las flores son pequeñas de color
verde en umbelas globulares simples y forman un corimbo y el fruto es una baya
negra con 2-5 semillas y venenoso.
Se planta en sombra y cuando
arraiga crece bien a pleno sol o semisombra y no soporta las fuertes heladas
del invierno.
En general crecen bien en cualquier
tipo de suelo siempre que no sea demasiado húmedo o frío en invierno y requiere
riego ligero pero continuado.
Es una planta de desarrollo rápido,
que se engarza a los árboles, tapias y muros, y puede crecer entre 30 a 45 cm
al año. También se usa como cubridora de suelo.
La mayoría de las hiedras se
ramifican por sí mismas pero resulta conveniente efectuar una poda con
frecuencia para controlar el peso que puedan ejercer en la superficie en que se
apoyan. Conviene también eliminar los vástagos abiertos, a principios de
primavera.
